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Desde el comienzo del conflicto en marzo de 2011, éste se ha cobrado casi medio millón de vidas. Actualmente, la situación en el país es dramática. La ONU estima que, solamente en Siria, 13,5millones de personas necesitan ayuda, de los cuales 6,1 millones son desplazados internos.
Además, 4,8 millones de sirios han tenido que huir a países vecinos como Jordania, Turquía y el Líbano. A día de hoy, 1 de casi cada 5 habitantes del Líbano son refugiados sirios. Turquía acoge actualmente a 2,7 millones de personas sirias, así como también a 250.000 refugiados de otras nacionalidades, más que otro país en el mundo.
La mayoría son mujeres, niñas y niños. El crecimiento de la población está poniendo al sistema, las infraestructuras y las economías locales de estos países de acogida en una situación extrema. Más del 70% de los refugiados del Líbano y el 87% de los que viven en Jordania lo hacen por debajo del umbral nacional de pobreza.
La ofensiva militar lanzada a mediados de noviembre de 2016 para recuperar el control de Aleppo, unida al asedio al que estaba sometido la ciudad desde julio de 2016, ha dejado atrapados a 250.000 civiles, víctimas de graves violaciones de los derechos humanos. Los prolongados enfrentamientos han provocado una gran devastación que ha llevado al desplazamiento de 110.000 personas.
Nuestra aportación a Alepo e Idlib
Junto a La Plataforma de Ayuda a Personas Refugiadas Sirias de Elche y unidos bajo una misma acción que supone la ayuda humanitaria a los refugiados Sirios tomamos la decisión de realizar nuestra aportación basándonos en la fotografía que captó Rober Astorgano. En esta instantánea, podemos observar a un niño dentro de una caja de cartón que se encuentra totalmente destrozada con la que intentan simular una cuna.
Desde nuestra posición, tras analizar la situación que se esta viviendo optamos por construir una cuna compuesta por planchas de cartón troqueladas que fuesen resistentes a la humedad y que se monten de una forma sencilla. De esta forma, nos comprometemos a enviar 5.000 unidades en este contenedor solidario y estamos dispuestos a darle continuidad a este proyecto siempre que sea necesario.
Más que nunca, el mundo necesita escuchar una voz pública y colectiva que exija el fin de estas atrocidades. Porque este conflicto y sus consecuencias nos afectan a todos.